En la última sesión de una de mis asignaturas, los estudiantes identificaron los siguientes problemas que han experimentado trabajando en equipo (en entornos de educación universitaria). He parafraseado e integrado las ideas (y no me he podido resistir, he puedo algunos comentarios míos en corchetes cuadrados con color diferente):
Personas que no se implican o toman en serio el trabajo a realizar ([incumplen las fechas acordadas, se aprovechan del trabajo de otros, polizón/”free-riders”])
Personas extremadamente críticas hacia otras opiniones que no sean las suyas propias
Personas que te presionan continuamente para que completes tu tarea ([¿en serio? ¿esto es un problema o el problema es no completar las tareas cuando se acordó?])
No querer reunirse para realizar el trabajo (dificil coordinar horarios, poco interés, sobrecarga de otras tareas, o cualqueir otro motivo), se preparte la tarea y luego se junta ([yo a esto le llamo “grupos grapadora”, no hay interacción , ni interdependencia, ni sinergia, ni aprendizaje cruzado…Simplemente se ven el día del reparto y el dia que “grapan” las partes del informe a entregar])
No mostrar empatía o interesarse por lo que necesitan las demás personas del equipo. Hacen su tarea y no se preocupan de los problemas que puedan tener otras personas del grupo
Reparto no equitativo de tareas. Algunas personas puede acabar haciendo mucho más trabajo que otras ([seguramente muy vinculado al problema 1, y agravado con 4 o con 5])
Problemas de comunicación dentro del equipo
Problema de socialización en el grupo (desponocimiento de las otras personas)
Y sospechan que los principales problemas que se pueden presentar cuando trabajen en una organización sean:
Falta de implicación
Presión de la persona que ocupa el mando para que el trabajo se cabe cada vez antes
No tener claros los objetivos
Crear subgrupos dentro del equipo y que funcionen sin comunicarse (de manera independiente y cada uno remando en una dirección diferente o haciendo tareas repetidas mientras otras se quedan sin hacer)
Conflictos originados por una relación personal entre personas integrantes de un mismo grupo
A partir de esta información me gustaría responder a estas preguntas:
¿Son similares los problemas a los que se enfrentan como estudiantes que a los que se enfrentarán como profesionales en las organizaciones?
¿Qué dice la investigación previa sobre la prevalencia de estos problemas o cómo resolverlos?
¿Cómo afecta el trabajo remoto a estos problemas? ¿Los aumenta, los mitiga, o simplemente no afecta ni en un sentido ni en otro?
Igual me equivoco. Mi sensación es que los sexenios actuales, al menos en el campo donde está mi área de conocimiento, están mandando este mensaje:
“Si no eres capaz de publicar en una revista de muy alto nivel (no que realices una investigación de muy alto nivel) 5 veces en 6 años (o en una de altísimo nivel 3 veces en 6 años), deja de investigar y dedícate solo a impartir docencia”
En otra entrada de mi blog explico que, en mi caso, impartir 32 créditos (320 horas de clase presencial) implican 1500 horas de trabajo. Obviamente esta estimación es si lo haces bien: te documentas; actualizas contenidos, casos y actividades; haces evaluación formativa dando feedback y feedforward a los estudiantes (bien individual, bien colectivamente); etc. Con 32 créditos queda muy poco margen para hacer una investigación potente. O si lo prefieres, es probable que el esfuerzo de tu investigación drene tu docencia, que se resentirá drásticamente.
Esto me crea confusión y no tengo clara cuál es la finalidad o función de los sexenios en el panorama de la investigación en España. Siempre había creído que eran un complemento retributivo. Me basaba en las batallitas que me contaron los más viejos del lugar (aquellos que vivieron en primera persona la publicación del BOE que creaba los sexenios) y tras leer los BOE fundacionales de los sexenios.
Sin embargo la utilización que se hace de los mismos actualmente me parece que encaja más con un premio competitivo de excelencia. Obviamente, las personas solicitantes no compiten con otras solicitantes. No hay un cupo de sexenios a conceder en cada convocatoria. Pero sí se compite por los escasos huecos para colocar un artículo en una revista puntera. O por conseguir ser citado, que también son unos huecos limitados (algunas revistas, o algunos revisores, imponen límites al numero de citas. Yo creo que se equivocan, pero ahí están, entre las revistas que acumulan mayor número de citas). Esta competición es contra otras personas que investigan en todo el mundo y se basa en posiciones o ránking o estadística de distribución de citas por artículo.
Por lo tanto, se me ocurren dos posibles funciones que podrían estar en la base de los sexenios. Quizás haya más, pero ahora sólo se me ocurren estas dos (y como veréis es difícil que puedan cumplir ambas, porque el modo de ponerlos en marcha es radicalmente diferente dependiendo de la función que quieres que cumplan):
A) Sexenios es una herramienta de motivación del personal docente e investigador de las universidades españolas, y puede servir, además, como una comprobación rápida de que el trabajo de investigación de 6 años es “digno”. En ese caso, es necesario: a) fijar el norte de qué es lo que se quiere potenciar y b) poner un conjunto de métricas alineadas con ese objetivo (lo que se considera un trabajo digno). En este caso, los indicadores deben ser objetivos, predecibles y fijos antes de que la persona haga la investigación. Si se cambian, deben mantenerse las dos “métricas” durante 6 años y usar la que más favorezca a la persona solicitante en ese periodo. El sistema debería ser transparente, sencillo de entender y totalmente automatizable. Se puede hacer un simulador pues, en esencia, la concesión es una decisión totalmente programada y no debe haber sorpresas, ni ambigüedades. Lo que se busca es motivar y crear pasión en un conjunto amplio de personas (miles en total, cientos en cada comisión). No se busca cabrearlas, ni frustarlas, ni ansiarlas. Si se usan evaluadores humanos con criterios subjetivos es sólo para valorar reclamaciones o para casos poco comunes.
B) Sexenios es una evaluación de la calidad de la investigación de la persona solicitante, con un criterio fundamentalmente de excelencia. Aquí encaja mucho una evaluación diversa y rica. En línea con DORA, usando un panel de expertos que pueden valorar, cualitativamente, CADA aportación de CADA solicitante y su historial en el periodo evaluado. Siempre será una evaluación impredecible (aunque sea transparente) porque se basa en juicios humanos (no algoritmos). No tengo claro si, el volumen de solicitudes permite este tipo de evaluación (no es solo que aumeten recursos, si lo hacen hay que alinear criterios de todavía más evaluadores para que no haya agravios comparativos). Tampoco sé si, en este caso B, sería aceptable establecer las métricas y los niveles “a posteriori” (cambiarlos cuando la persona solicitante ya ha realizado su investigación). Desde luego, sera mucho menos dañino que en el caso A) (motivación). Porque se asume que la excelencia es una competición con unas expectativas diferentes a la de la motivación de la fuerza laboral.
Hoy me ha tocado firmar algunos documentos y me llama la atención un detalle curioso.
El formulario obliga (o al menos incita) a poner lugar y fecha de la firma. Pero al final estoy obligado a usar firma electrónica, de modo que, las fechas no van a cuadrar (porque el formulario lo rellenó otra persona que me lo manda por correo y yo, cuando puedo, lo reviso y lo firmo).
Si voy a firmar electrónicamente no tiene sentido poner la fecha “a mano” porque ya saldrá en la firma.
Si la fecha no es relevante, ¿para qué piden que perdamos el tiempo poniéndola?. Si es relevante y no nos dejan firmar “a mano” (porque no nos admiten ya esa forma de firmar), ¿para que nos piden que perdamos el tiempo poniendo la fecha si ya va a incrustarse de serie con la firma electrónica?.
Por otra parte, te piden que pongas el lugar donde estás firmando el documento. No entiendo la necesidad de indicar si estoy firmando en Valencia, en Madrid, en un AVE entre las dos ciudades o en un pueblecito costero. Supongo que es relevante cuando firmas contratos por temas de jurisdicción ante reclamaciones… Pero para un documento interno de la universidad ¿realmente sirve para algo o es solo que alguien, algún día, lo puso y no saben ni para qué lo pusieron?
Igual pensáis que estos dos detalles son de tan poca importancia que para qué me molesto en escribir una entrada en mi blog, si el tiempo que gasto al año poniendo esos dos datos inutiles es mucho menor que el que tardo en escribir esta entrada.
La explicación tiene que ver con la mejora continua:
Con cierta frecuencia alguna persona decide que la incongruencia de fechas es un error de forma y paraliza el proceso de trámite hasta que se subsane. Eso implica escribir un correo al que ha firmado, que tiene que escribir otro correo al que ha redactado el documento (que es el que tiene el original editable), que se lo devuelve al que firma, que firma y se lo remite a la persona que ha paralizado el proceso. Todo esto significa bastantes minutos de trabajo, muchas horas (a veces días de retraso) y, a veces, hasta que se llegue tarde a un trámite y se pierda algo (por ejemplo 20.000 euros porque no puedes facturar a tiempo a un cliente y el fondo con el que iba a pagarte ha caducado). Lo curioso (y sangrante) es que muy probablemente no haya ninguna ley o norma que diga que deja de ser válido un docuemnto por un conflicto de fechas (la fecha de firma digital manda)
Si he detectado dos campos a rellenar que son absurdos, inútiles e innecesarios. Y el documento tiene como 40 campos a rellenar… ¿cuantos de esos 40 campos son igual de inútiles o innecesarios?
Gracias a un compañero, confirmo que esto era relevante. Tanto que han tenido que emitir una instrucción interna, en el BOUPV de principios de noviembre.. que no está reflejado aún en los documentos que transitan o te puedes descargar a finales de noviembre (¿apostamos que dentro de una par de años siguen circulando documentos de la UPV que piden que introduzcas lugar y fecha?). Por cierto, sigo pensando para qué es preciso poner el lugar… y si es preciso, ¿porqué no lo incorpora la firma electrónica? (seguramente porque no sirve para nada y por eso no se preocuparon por incorporarlo)
Dos cositas de formato que pueden subirte el cortisol si vas con el tiempo justo (puede retrasarte uno o dos dias con la imprenta mientras les preparas la versión modificada)
Yo acabe de preparar el documento en mi procesador de texto, lo pasé a PDF para que se quedara en un formato fijo (sin sorpresas al imprimir) y no se movieran los numeros de página u otros detalles con el tipo de letra. Revisé el PDF en mi pantalla y me sentí muy satisfecho (de hecho, sorprendido de “haberlo clavado” a la primera). En mi tesis y en las dos oposiciones anteriores el proceso de imprimir fue un martirio (un montón de sorpresas, como numeros de tablas con !error referencia missing y paginaciones alteradas).
Pero no lo dejé perfecto a la primera. Esto es lo que me contestó la imprenta 17 horas despues:
El documento enviado tiene toda la paginación a la derecha, lo correcto es izquierda y derecha o toda en el centro, para que no quede pegada al lomo
Los capítulos están todos seguidos, no hay páginas en blanco que separen los capítulos principales y que permitan que estos empiecen en la parte derecha del libro (los capítulos principales deben estar en página impar del PDF)
El segundo comentario era óbvio y lo entendí. El primero, he de reconocer que me dejó descolocado. Al principio creí que se refería a que el margen de todas las páginas era simétricos y al encuadernar se comomería una parte del margen de la izquierda para las paginas impares y de la derecha para las pares. Lo que dejaría un aspecto poco limpio.
Consulté y me dijeron que era la configuración en word del pie de página (numeración) “lo mejor es que lo pongas en el centro si no encuentras la opción izquierda y derecha”.
Total que al final he modificado las tres cosas (porque lo de los márgenes también creo que ayuda a mejor presentación).
Lo de añadir una página en blanco para que la página princial sea siempre IMPAR es trivial.
Las otras dos cosas son sencillas, pero como nunca las había hecho antes, han implicado que gastara una media hora surfeando por la red.
Os comento cómo lo he resuelto.
Para los márgenes, menu “disposición”, “Márgenes” y en lugar del “normal” que uso por defecto, elegir la versión “reflejado” que es el adecuado para impresión a doble cara y encuardenado. Yo he dejado los parámetros de serie, no me he calentado mucho la cabeza.
Para la numeracion diferente entre páginas pares e impares.
abres el encabezado y pie de pagina. O haciendo doble click en la zona del encabezado en la vista de impresion o en menu “Insertar” y eliges la opción encabezado
En Opciones debemos activar la casilla Páginas pares e impares diferentes.
Comprueba que el cursor está en la primera página impar del documento y en las herramientas de Encabezado y pie de página, inserta Número de página, con el formato que te interese. si es una pagina ipar, lo pones a la izquierda.
Regresa al documento, pon el cursor en la primera página par, si has salido del encabezado, en la pestaña Insertar seleciona Número de página, y coloca el número de página a la izquierda
De momento son opiniones personales. Quizás en el futuro pueda hacer estas afirmaciones basadas en evidencias.
Creo que un sistema de incentivos monetarios debe ser como mínimo: sencillo, transparente y reversible (poder desactivarlo cuando descubres que no está cumpliendo su finalidad o incluso perjudicando a la organización).
Aunque se pueda creer (erróneamente) que los incentivos monetarios puedan lograr implicación (vigor, dedicación, absorción) o compromiso de las personas trabajadoras. Yo creo que no sirven ni para aumentar la implicación (que está vinculada a recompensas/motivación intrínseca), ni para el compromiso afectivo con la organización. Como mucho, ayudan a lograr compromiso normativo (y no creo que sean la palanca principal). Pero, sin duda, ayudan a lograr compromiso de continuidad (pero creo que este tipo de compromiso no aportan, al revés, entorpece el desempeño).
Hay muchas definiciones de estos conceptos que se entrelazan y dificultan el diferenciarlos con claridad.
De momento, yo me quedo con estas definiciones que da Gairín (2009) en sus páginas 15 a 17. Si en el futuro encuentro alguna mejor ya actualizaré la entrada:
Objetivos: afirmaciones relativas a la docencia, redactadas desde el punto de vista de aquello que intentará cubrir el profesorado con un determinado bloque de aprendizaje (módulo, materia, asignatura, etc.). Están escritos desde el punto de vista del profesor. Pueden incluir conocimientos y habilidades de manera aislada.
Resultados de aprendizaje: afirmaciones sobre las que se espera que un estudiante pueda conocer, comprender y ser capaz de demostrar después de haber completado un proceso de aprendizaje (módulo, asignatura, materia, curso, etc.). Se centran en lo que el estudiante ha alcanzado en vez de en cuáles son las intenciones del profesor. Se centran en aquello que puede demostrar el estudiante al finalizar la actividad de aprendizaje. Pueden incluir conocimientos y habilidades aisladamente. De la misma manera que los objetivos, se pueden describir al finalizar cualquier unidad (módulo, asignatura, etc.)
Competencias: implican el uso integrado de conocimientos, habilidades y actitudes en la acción. Por su naturaleza, solo se podrán alcanzar en estadios finales del proceso educativo (prácticum, trabajo final de estudios, etc.)
Gairín, J. Ed. (2009) “Guía para la evaluación de competencias en el área de Ciencias Sociales.” Barcelona,: Agència per a la Qualitat del Sistema Universitari de Catalunya. Accesible en: http://www.aqu.cat/doc/doc_14646947_1.pdf
En primer lugar, me gustaría aclarar que el impacto de un articulo mucho más que medir sus citas en un determinado proveedor de servicios de indexación de revistas científicas. Lo que pasa es que contar las citas es sencillo (si te conformas con los datos que te proporciona Clarivate/WOS, Scopus o Google Scholar), lo que no quiere decir que sea relevante, ni sea “verdadero” impacto. Es la versión de impacto más sencilla y, a veces, la única que podemos calcular de manera práctica.
Con esto en mente, la pregunta que intentare resolver en esta entrada es ¿cómo saber si un artículo científico publicado es más citado o menos que los artículos similares?
De nuevo tengo que hacer una suposición que no es menos drástica y no genera menos sesgo que la de asumir que impacto = citas. Se trata de asumir que un artículo es similar si:
Se ha publicado el mismo año. Aunque no es lo mismo que se publique en enero, que en diciembre, o que haya estado años en “advanced online” sin fecha definitiva de publicación… Sobre todo cuando la fecha de publicación es reciente, porque aún teniendo el mismo año de publicación un articulo puede estar expuesto al circuito de citas el doble, triple o incluso cuatro veces más de tiempo que otro (de modo que muy similares no serían)
Son del mismo “tema” o “área de conocimiento”. La idea de fondo es que hay áreas o comunidades científicas donde los circuitos de maduración de citas (el tiempo habitual que se tarda en ser citado, el numero habitual de citas recibidas y el tiempo que tardas en pasar a ser difícilmente citable por “antiguo”) es muy diferente. El problema es que tanto Clarivate/WOS como Scopus tienen un método un tanto cuestionable (no solo por su poca transparencia, sino por sus patentes fallos de clasificación) de decidir en qué área colocar un articulo y, por lo tanto, establecer el conjunto de artículos similares con el que comparar
Por último, debemos asumir que disponemos de acceso a plataformas de pago que hacen el trabajo por nosotros (no conozco ningún servicio gratuito que permita realizar lo que voy a comentar en esta entrada). O pagas una suscripción a Clarivate/WOS o a Scopus, o la paga la institución para la que trabajas. Pero, al menos con mis conocimientos, esto no lo puedes hacer sin rascarte el bolsillo o que alguien se lo haya rascado por ti (o hayas pirateado o usado materiales al margen de las condiciones de uso exclusivo que permiten Clarivate/WOS o Scopus).
En este contexto, y solo en este contexto, es posible dar algunas respuestas a la pregunta.
Advertencia: el procedimiento, enlaces y pantallazos se corresponden a cómo resolver esto en octubre de 2021. Como las plataformas cambian con relativa frecuencia, es posible que las rutas o ubicación de las opciones sea completamente diferente el día que vayas a intentar hacerlo tu.
Algunas aclaraciones previas: El FWCI (Field Weight Citation Indez) de SCOPUS es similar al CNCI (Category Normalized Citation Impact) de WOS, el CNCI también lo han “percentilizacion” en el beamplot. Ambos son valores FWCI y CNCI son referente a la media, no son numero de desviaciones estandar respecto a la media, sino cuantas veces las citas de un articulo son respecto a las citas promedio de un articulo equivalente (1 es igual que la media, 2 el doble que la media, 0,5 la mitad que la media). Son valores que van desde 0 a infinito. FWCI y CNCI no suelen coincidir porque el conjunto de artículos que se considera equivalente son claramente distintos. Cada “agencia” agrupa las revistas y los temas de formas distinta y, además ponen parámetros distintos para la agregación y periodo de años.
Primera Opción: las herramientas de indices de impacto que proporciona la suscripción de recursos científicos de FECYT
Estas tablas se actualizan una vez al año (sobre noviembre o diciembre) y sólo están disponibles hasta 3 años antes del momento en el que buscas (pues se considera que con menos tiempo, la posibilidad de recibir citas es muy escaso y las tablas no tendrían mucha utilidad, ni fiabilidad). En cualquier caso, si un articulo publicado hace menos de 3 años ya mejora los indicadores de los que aparecían hace 3 años, es muy buena señal de que tiene un “impacto en citas” que se podría considerar excelente (o al menos superior a la media de articulo que llevan mucho mas tiempo en el “expositor”).
Ten en cuenta de que hay tablas para WOS y tablas para Scopus. Porque cada una de ellas se crea con una fuente de datos diferente y con una metodología de agrupación por area temática muy, muy, pero que muy diferente (no te comparas con el mismo conjunto de artículos en WOS que en SCOPUS). Podréis preguntarme “si me salen datos muy diferentes, ¿cual sería el más adecuado para usar en “mi área””. La respuesta sencilla, es: si miras las citas en WOS usa la tabla de WOS y si las miras en Scopus, pues la de Scopus. Pero si lo que te pasa es que cuando comparas WOS te sale muy bien y cuando comparas Scopus te sale muy mal (que tienes menos citas que el promedio), o al revés. Entonces no me atrevo a dar una respuesta más allá del depende. Lo que si es cierto (eso es un dato objetivo) que, la cobertura de revistas del área de ciencias sociales y en especial en los campos relacionados con la administración de empresa (management), a fecha de 2021, es mucho mayor y mejor en Scopus que en WOS. Además, en scopus hay una división mucho más específica por sub-áreas dentro del campo de administración de empresas (Marin-Garcia y Alfalla-Luque, 2018). Pero “hasta aquí puedo leer”. Que haya más cobertura de revistas o más clasificaciones no quiere decir que las agrupe mejor (quizás las agrupe igual de mal que WOS). Resolver esto daría para un artículo científico (animo a quien quiera a que lo haga y si no sabéis a qué revisa mandarlo, en JIEM o en WPOM estaríamos encantados de poder evaluarlo).
Además en cada una de las dos situaciones anteriores tienes dos tablas. En la primera tienes los “descriptivos” de las citas promedio recibidas por los artículos científicos publicados en determinados años, en cada área. En la segunda, para calcular el promedio se han incorporado también “conference proceedings“. Yo, personalmente, creo que solo tiene sentido la primera… pero si alguien se ha tomado la molestia de hacer dos tablas por algo será (como decía “La Bombi” en los casposos años del 1-2-3).
Esta es la información que proporcionan las tablas de citas. Tangase en cuenta que Dirección de Operaciones (Operations Management) no existe como campo, de modo que supongo que hay que considerar los “miscellaneous de business” o business en general como área de comparación. Pero oye, igual a otras personas les parece mejor otra cosa
Vaya… quizás tendría que haber pedido permiso a Elsevier para publicar esta foto.. Bueno, cuando tenga tiempo me dedico a escribir un párrafo que resuma algo de la información y pixelo esta tablaSi, WOS, con vosotros también lo haré… pero cuando tenga tiempo.
Segunda Opción: las métricas a nivel de articulo que proporcionan WOS o Scopus
Scopus lleva años (al menos desde 2018) publicando el “citation benchmarking” y el “field-weighted citation impact” , que se definen y calculan como se muestra en la figura (si quieres más información: Learn more about Article metrics in Scopus).
Definición del F-W citation impact de Scopus
Citation benchmarking
Esta información aparece en la página del articulo (cuando pinchas sobre el título del artículo en los resultados de una búsqueda para que te muestre la información completa). Hace un tiempo era en la parte lateral derecha, ahora está en la parte inferior de la páginas después del resumen… dentro de un tiempo estará en otro sitio.
Junto con el Field-Weighted citation impact (recordad, 1 es que está mas citado de lo esperado) se puede ver el Citation Benchmarking: percentil correspondiente al número de citas del articulo cuando se compara con todos los articulos de scopus publicados en la misma fecha. En la figura, 6 citas en 2016 significa estar en el percentil 59%, lo que puede considerarse un impacto en citas notable dentro de Scopus.
he resaltado en azul oscuro la zona donde se ve la información
WOS se ha incorporado recientemente (2020) a las métricas a nivel de articulo con su “beamplot“. En estos momentos para acceder a estas métricas debes entrar en la página “personal” de cada investigador (Author Profile). Es decir, que no ves esta métrica cuando entras en la información del artículo. Tienes que localizar primero al autor-a
y luego pinchas en el vínculo que hay en su nombre
tras pulsar el enlace a un autor-a, te lleva a su página de perfil
y en la página que se abre con el perfil del autor, te desplazas hacia abajo hasta que encuentres el “Author Impact Beamplot Summary) (insisto, ahora está en la parte de abajo de la página, tras todas las citas de lo publicado. Pero pueden colocarlo en cualquier otro sitio en el futuro). Para ver los detalles, pulsa el botón “View full beamplot”
(solo se incluyen artículos del tipo “article” o “review” data papers u otras contribuciones científicas son ignoradas, de momento, en el “beamplot”.
Una forma más rápida puede ser velo desde la cuenta de Publons (si te has creado una cuenta de estas. Es un producto derivado de WOS que promocionaron mucho hace dos años)
Resolvamos un caso práctico
¿Qué posición respecto a impacto en citas tendría este artículo? Garcia-Sabater, J. J., & Marin-Garcia, J. A. (2011). Can we still talk about continuous improvement? Rethinking enablers and inhibitors for successful implementation. International Journal of Technology Management, 55(1/2), 28-42.
(datos recogidos el 29 de septimbre de 2021)
Opción 1: 36 citas Scopus; 36 citas en WOS
El artículo es de 2011, y la temática es de dirección de operaciones, de modo que voy a la tabla de citas de Scopus en la categoría de miscelánea dentro de Business y management, el promedio de citas para artículos de ese año son 13,8. Como el articulo tiene 36 es citado más del doble que el promedio. Si voy a la de WOS en Business es 18.16 y en management es 20,6, de nuevo 30 citas en WOS es casi el doble que el promedio de artículos de ese año en la categoría.
Opción 2:
WOS Beamplot: Busco el perfil de uno de los autores (en este caso el segundo autor), Me desplazo hasta la parte de la página donde esté el gráfico “beamplot” y pulsa el botón “view full beamplot”
y si paso el ratón por encima de uno de los artículos puedo ver los detalles. En este caso voy pasando por todos los de 2011 hasta encontrar el que me interesa. 36 citas en WOS para éste lo sitúa en el percentil 90
Scopus FWCI: busco el artículo en Scopus. En la pagina de detalle abro el campo de “metrics” y las 36 citas para un articulo de 2011 indica un percentil 45% y el FWCI es de 0.26 (que está alejado de 1).
Puede llamar la atención la diferencia de resultados (sobre todo cuando se compara con la tabla de citas de Scopus, que es la misma fuente de datos). Pero no olvidemos que:
The FWCI is the ratio of the document’s citations to the average number of citations received by all similar documents over a three-year window
Seguramente el FWCI no es un buen indicador para articulos antiguos (que seguramente ya no se citan en los últimos tres años, que parece que es la ventana que consideran).
Garcia-Sabater, J. J., & Marin-Garcia, J. A. (2011). Can we still talk about continuous improvement? Rethinking enablers and inhibitors for successful implementation. International Journal of Technology Management, 55(1/2), 28-42.
Pertenezco a una organización que tiene contrato corporativo de Office 365. Una de las aplicaciones incluidas en la suscripción es Ms TEAMS. Muchas personas de mi organización no habían necesitado usarla antes de la pandemia COVI19. Pero el teletrabajo y la teledocencia forzada obligo a que se convirtiera en una de las aplicaciones más usadas durante los ultimos 18 meses. Pero la frecuencia en el uso no significa que se use bien, ni eficientemente. Al menos en mi caso he visto crecer una maraña de “TEAMS” cuando hubiera sido mucho más sencillo, práctico y eficiente organizar canales (publicos o privados) dentro de un “TEAM” en lugar de optar por un crecimiento asilvestrado e interminable. Doy por perdida esa batalla y ya asumo que cuando alguien quiera hacerme una videollamada, creará un TEAMS en lugar de simplemente hacerme una llamada en el chat, o que tendré decenas de “teams” donde las personas participantes son básicamente las mismas, o que convivirán los mensajes del chat de TEAMS con los de Whatsaps y mails, todos mezclados en un caos irrecuperable. En el fondo, yo creo que ni sabemos, ni nos creemos de verdad lo que implica “trabajar en equipo”, que tiene muchas capas, pero una de ellas es la de crear unos canales y procedimientos de comunicación consensuados y eficientes.
He pensado en preparar un ¿decálogo? de buenas prácticas si vas a trabajar en equipo con TEAMS. Como no tengo el tiempo de hacerlo todo de golpe, voy a ir editando este post con las cosas más urgentes (o sangrantes) que se me ocurran.
1. Las versiones no se limitan solo al control de cambios
Para mi una de las grandes ventajas de espacios de trabajo como TEAMS (github, alfresco o cualquier otro repositorio) es que permiten un versionado de documentos. Esto permite acabar de una vez por todas con los insufribles cadenas Documento.v1; Documento v1b; Documentov2; DocumentoV2resvisdoxRTF……
Si editas en linea, mantiene versionados de lo que guardas en cada sesión de trabajo. Si trabajas localmente, solo tienes que tener la precaución de no cambiarle el nombre al documento y te genera un versionado automático cuando lo subes (no machaca lo que ya hay, crea una nueva versión, indicando fecha y persona responsable de la versión).
2. Editar un archivo compartido en la nube para editarlo simultáneamente con otras personas no es descargartelo en local
TEAMS ofrece tres formas de abrir un documento en la nube (es decir, que la edición concurrente es posible y se gestiona relativamente bien las aportaciones simultáneas de mas de una persona editando el documento- siempre que no estén en la misma linea, o mismo párrafo-):
Dentro de TEAMS (la mas limitada en opcioneS)
En la app de escritorio (todo el potencial de la aplicación de escritorio pero el documento compartido)
En navegador web (algunas funciones de escritorio no están disponible)
Abierto en TEAMS:
En la aplicación de escritorio:
En navegador:
Si lo que haces es descargarlo en local y editar una copia en TU ORDENADOR, dejas de sincronizar con todas las personas que hayan hecho cambios entre tu descarga y que decidas volver a subirlo a TEAMS (si es que te acuerdas de hacerlo) y eso crea conflictos de versiones que luego consumen un tiempo enorme para conciliarlas.
Postdata: obvamente, si eres la unica persona que va a “meter las zarpas” en el documento, puedes descargarlo localmente y cuando acabes subirlo al TEAMS, eso no generará ningun conflicto de edición… pero como haya al menos una persona editando al mismo tiempo que tu, ya es otra cosa.
Postdata: si abres un documento en la nube (cualquiera de las tres modalidades) es importante que no os dejéis sesiones abiertas cuando salgáis corriendo a hacer otras cosas (que se quede el documento “abierto” aunque no cambies nada… eso bloquea el documento para subidas de versiones creadas offline (y nadie puede “expulsaros” de la sesión, podéiss quedados semanas bloqueando el documento si no apagáis el ordenador)
1.- por que la gente se resiste a usar una aplicación corporativa de mensajería de entornos profesionales (en nuestro caso TEAMS), cuando tiene grandes ventajas (de seguridad, de privacidad, de LOPDP, de estructuración y recuperación de contenidos…) frente a whatsapps u otras alternativas pensadas para el uso privado o lúdico (cuando lo tienes en el mismo móvil, con notificaciones pushup y todas esas cosas que tiene cualquier mensajería instantánea… Y encima tu organización está pagando por ello)
2 por qué la gente no se redirige las cuentas de correo corporativas al buzón de correo donde les guste leer los mensajes, en lugar de quejarse de que no le mandan las notificaciones oficiales o intentar que manualmente le hagan copia especial para el/ella a su cuenta personal, o a algún alias que prefiera.
3 por qué ¿a veces? el protocolo es más importante que el sentido común o la eficiencia. Por ejemplo, porqué no puede ser presidente-a de una reunión la persona más adecuada si en la reunión hay un vocal de mayor rango o antigüedad. ¿Será que el habito (o los galones) hace al monje? al contrario de lo que la sabiduría popular siempre nos ha dicho